Cupcakes de colores


Me gustan para meriendas infantiles porque el color intenso les gusta mucho a los niños y les hace atractivos a la vista. Adornados con merengue por encima y espolvoreados con azúcar coloreado son irresistibles.
Sólo hay que añadir a una masa base de cupcakes con aroma de vainilla un poco de colorante alimentario.
He usado colorante en gel de la marca Wilton para el rosa y el rojo.

No merece la pena que lo intentes con los líquidos de la marca Vahiné que, por cierto, son los más fáciles de encontrar, porque no son para esto y el color que dan es muy apagado y encima tienes que echar casi el tubo entero.
He probado con el azul líquido y tengo más color en mis dedos que en la masa. En las imágenes de abajo puedes ver el resultado.

Elaboración: 
Prepara los moldes con las cápsulas de papel.
Mezcla la harina con la levadura y el aroma de vainilla en polvo.
Bate la mantequilla con el azúcar y vete añadiendo los huevos uno a uno.

 
Añade la mitad de la harina y bate a velocidad baja si tu batidora lo permite. 
Echa la leche y bate.
Añade el resto de la harina y bate un poco hasta que se integre.
Ahora divide la masa en tantos cuencos como colores quieras conseguir. 

He sacado la idea del libro Objetivo cupcake perfecto. 
En la receta original mezcla 4 masas de distintos colores. Cuando los hice me dio miedo mezclar el contenido de mis cuencos porque veía un poco líquida la masa, así que, hice cada cupcake de un color único y experimenté con 2 cápsulas de papel para ver lo que salía. Me hacían falta para una fiesta para el día siguiente y no me quise arriesgar. 
Reparte la masa en los moldes y métela al horno precalentado a 180ºC durante 20 a 25 min.

Como puedes ver no merece la pena utilizar el colorante líquido porque da colores apagados, además el azul, que es el de mi experimento, por las esquinas queda como verdoso.
Siguiendo con la receta, ahora los puedes decorar con merengue y espolvorear por encima azúcar coloreado.


Para colorear el azúcar:
Mete un poco de azúcar blanquilla en un bote y echa unas gotas de colorante.
Cierra el bote y agítalo.
Si quieres un color más intenso añade más colorante y vuelve a agitar.
Da igual el tipo de colorante que uses, sólo tienes que tener en cuenta que cuanto más líquido sea más se humedecerá el azúcar y luego tardará más en secar. Si te sobra extiéndelo hasta que se seque y guárdalo cerrado.
De todas formas no merece la pena hacer mucho ya que más rápido y fácil de hacer es imposible.



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